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Las historias narradas por abuelos pescadores a sus hijos y nietos, así como sus trofeos de pesca, son un tesoro cultural y científico que hoy puede ayudar en una misión que podría parecer el guión de una película: localizar a los últimos tiburones sierra vivos en las costas de México.
Animal de apariencia fantástica, dibujado por numerosos marineros en viñetas de más de 400 años de antigüedad, el tiburón sierra tiene rostro con dientes a los lados en forma de serrucho o sierra. Aunque son muy llamativos no ha sido visto en costas mexicanas desde hace trece años, por lo cual se teme su extinción.
Por eso, la asociación civil Océanos Vivientes A.C. puso en marcha la campaña Proyecto Pristis México con la esperanza de que la gente ayude a encontrar poblaciones supervivientes.
El equipo de búsqueda, encabezado por el doctor Ramón Bonfil, acude desde 2015 a diferentes aldeas de pescadores en las costas del Océano Pacífico, el Golfo de México y el Mar Caribe.
Visita a los navegantes más veteranos, los pescadores más diestros, así como a sus hijos y nietos. Él busca historias del mar. Pregunta entre los pobladores si saben de alguien que haya atrapado alguna vez un tiburón sierra o que guarde como trofeo alguna de sus impresionantes estructuras parecidas a serruchos.
Con cada familia se detiene horas, como si se tratara de un etnólogo o de un detective. En cada narración obtiene datos de lugares, fechas y hábitos de esos tiburones en México. Y la gente ayuda, uniéndose a una búsqueda de algún superviviente de esta especie que parece surgida de la imaginación y las leyendas.
Históricamente se conocen dos especies de tiburón sierra (género Pristiophorus) que habitaban en costas mexicanas: el tiburón sierra de dientes chicos (Pristispectinata) y el tiburón sierra de dientes grandes (Pristispristis).
El último reporte de avistamiento de estas especies fue en el año 2003, en Chetumal, Quintana Roo, mientras que en la costa del Océano Pacífico, la última vez que se vio uno fue en 1993, en Teacapán, Sinaloa.
“Nuestro principal objetivo es recabar información actualizada sobre la distribución y abundancia relativa de los tiburones sierra de dientes chicos y de dientes grandes en México. Sin embargo, también esperamos encontrar poblaciones remanentes de tiburones sierra y, con la colaboración de las comunidades de pescadores locales, enfocarnos a protegerlas y asegurar su recuperación a fin de tener ecosistemas marinos saludables”, explicó Bonfil.
Sólo existen cinco especies de tiburón sierra en todo el planeta y todas ellas están en peligro de extinción. Dos de estas especies han sido reportadas en México.
RASTROS PREHISPÁNICOS. Los tiburones sierra eran también conocidos y apreciados por las civilizaciones prehispánicas, como lo demuestran las espadas encontradas en varias ofrendas enterradas alrededor del Templo Mayor de la Gran Tenochtitlán, en la actual ciudad de México. A pesar de la fascinación que despertó en diferentes generaciones de mexicanos, no hay documentos sobre dónde vivía ese fantástico animal.
“Por increíble que parezca, este es apenas el segundo estudio en la historia de la biología marina en México, enfocado específicamente a estas especies y éste es el primero de carácter exhaustivo y cobertura nacional”, añadió Ramón Bonfil.
En la primera etapa del proyecto se han realizado viajes de prospección a lo largo de los estados de Campeche, Chiapas, Veracruz y Sinaloa, visitando localidades donde se tienen registros de tiburones sierra en la literatura científica y popular. En dichas visitas se dan charlas para explicar la situación del tiburón sierra y fomentar la educación ambiental de la comunidad.
A través de entrevistas a pescadores, se obtiene información sobre cuándo y dónde vieron por última vez a un tiburón sierra, así como sobre el conocimiento que tienen sobre estas especies, la importancia que tenían para las comunidades, los métodos que utilizaban para su captura, etcétera. Asimismo, se han realizado visitas a restaurantes, hoteles, y cooperativas pesqueras, entre otros, en busca de espadas de estos peces, con el fin de determinar, mediante evidencia física, cuáles especies habitaban en cada localidad de las costas mexicanas.
Los tiburones sierra llegan a medir hasta 7 metros de longitud y son muy llamativos porque su cabeza se puede comparar con una gran espada rodeada de dientes en ambos lados. Habitan en costas de profundidades menores a 10 metros, por ejemplo en ríos, estero, estuarios y lagunas costeras.