Más Nada

Garabatos vacacionistas

Frente al periodo vacacional iniciado ya formalmente, ocurrirá lo que todos los años, se abrirá una de las cantinas públicas más grandes del país. Se pondrá a prueba los niveles de seguridad del municipio, su capacidad de respuesta para atender a los miles de vacacionistas con tan diversas y variadas situaciones o necesidades.

Antes de que los compromisos se cumplan (por lo menos en algunas mentes) como dice el slogan municipal, esperemos que salgamos airosos, que Puerto Vallarta no arroje índices negativos. Lo demás se puede soportar como siempre, caos vial para quienes viven en el centro y colonias aledañas, desde luego, la avenida Francisco Medina Ascencio, que desde las tarde del miércoles ejercitaran el temple de los desesperados que quieren recorrer el malecón.

¿Encontrarán en sus manos, por ejemplo, los visitantes al llegar a la central camionera, aeropuertos y otros puntos de ingreso un folleto de bienvenida de este gran H. Ayuntamiento, con los números de emergencia, con los datos necesarios para otras necesidades posibles? Esperemos que sí. Además, que cualquier persona que por primera vez viene a Puerto Vallarta, la encuentre más o menos limpia, que los operativos salgan exitosos, que los restaurantes y hoteles les sean gratos.

A nosotros como ciudadanos, nos corresponde ser amables con los turistas, ser buenos anfitriones para que esta maquinaria turística de buenos resultados.

Bienvenidos

Nada nuevo

Recientemente me encontré en la calle a un ex empleado municipal que conozco desde hace años cuando (-con su permiso- cuando había verdadera difusión universitaria académica, de investigación y cultural) laboraba para la Universidad de Guadalajara, con el gusto de saludarnos y demás le pregunto; ¿Ya no continuaste trabajando para el ayuntamiento?- y me responde-“no pero aún disfruto de mis prestaciones, o las últimas”, cuando me aclara pues de su recién recibido aguinaldo. De paso, me reconfirma lo que todo mundo supo, que fue un gran saqueo lo de la administración pasada, además de los raspones con organismos, instituciones externas e incluso con los cetemistas, bla bla.

Se los paso al costo, más que por anécdota, para que se den una idea a nivel celular de las condiciones reales del país.

Cuando veo a los políticos con su trajecito de funcionarios públicos hablándoles “institucionalmente” a la gente y cuando se que realmente este país está en caos, no logro evitar pensar, “porque no se fuman sus hierbas en otra parte”.

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